Terapias

Vendajes funcionales y neuromusculares

Los vendajes funcionales son vendajes que se utilizan tanto de manera terapéutica como preventiva. Se basan en la inmovilización parcial de una determinada articulación, o varias de ellas, permitiendo parte del recorrido articular. Se utilizan en lesiones ligamentosas, musculares o tendinosas de caracter leve o moderado, para favorecer la recuperación de la lesión.

Una de las principales ventajas de estos vendajes es que evitan los efectos adversos de la inmovilización total (limitación del movimiento articular, pérdida de fuerza muscular...).

La característica fundamental es que coloca los tejidos lesionados en posición de acortamiento, disminuyendo su tensión, mientras permite que el resto de planos de movimiento sigan siendo libres.

Su única contraindicación son las lesiones graves que requieran una inmovilización total o la alergia a alguno de los materiales que se utilizan en su realización (por ejemplo, muchas tiras de tape contienen látex).

El material para su realización es muy amplio y variado, aunque los más habituales son las vendas inelásticas (tape) y las vendas elásticas, de diferentes anchuras.



El vendaje neuromuscular es un tipo de vendaje cuyo uso se ha popularizado mucho en los últimos años.

Se basa fundamentalmente en la utilización por el fisioterapeuta de unas vendas diferentes a las habituales. Fabricadas en algodón, están pretensadas (un 10% aprox.) y adheridas a un papel protector. Tras la retirada de este papel, se pueden estirar aún un 40-60% más en sentido longitudinal, siendo inelásticas en sentido transversal.

La superficie de apoyo sobre la piel no es simétrica ni longitudinal, sino que presenta ondulaciones en forma de S, lo que contribuye a "levantar" la piel, consiguiendo un aumento de espacio y por lo tanto un mayor flujo sanguíneo a la zona.

Es perfectamente compatible con los vendajes anteriores.

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